Acabamos la serie de entradas sobre la pretemporada. Espero que te haya sido de utilidad. ¡Y espero tus preguntas! Hoy, estoy seguro, van a aumentar las dudas, pues es este el aspecto más jugoso de la planificación, periodización y programación del entrenamiento en fútbol: el diseño de tareas.
Puntos clave. De acuerdo a mi experiencia y a mi forma de entender el entrenamiento, voy a darte tres puntos básicos en torno a los que girar a la hora de diseñar los ejercicios o tareas que van a contener los aspectos a entrenar para cubrir la demanda de objetivos del microciclo. El primero es la especificidad: utilizar tareas que se ajusten a la lógica interna del juego; el segundo es la repetición: para asentar hábitos es necesario repetir de manera consciente. El encontrar tareas que lleven a la mejora de las situaciones a las que nos enfrentamos que puedan ser repetidas de manera recurrente durante la temporada, microciclo a microciclo, conducirá a un nivel superior de rendimiento; y el tercero es la retroalimentación: que el jugador reciba información de su desempeño de manera óptima para que genere una conciencia de lo que hace y pueda actuar en próximas prácticas de manera eficaz.
Objetivos y contenidos. Los objetivos serán las situaciones de juego, con y sin balón, y el balón parado. Para ello, debemos tener claro qué es lo que queremos conseguir en cada una de ellas. Yo tengo muy claro que quiero que mi equipo tenga una solidez a la hora de organizarse de partida ante saques de meta, juego posicional y robo o pérdida; un posicionamiento que genere un escenario donde mi equipo tenga ventaja y, desde ahí, que surja el juego y las situaciones a resolver. Pues bien, con esos objetivos, debo introducir contenidos específicos, transferibles al juego y con una dinámica (de carga interna y externa) similar a la de competición.
Tareas. Para el final, el último nivel de concreción: la tarea en sí. Dependiendo del día del microciclo en el que nos encontremos, las tareas tendrán unos espacios y unos tiempos diferentes. Las tareas a campo entero y 11x11 o 10x10 podrán ser destinadas a cubrir los contenidos de los días +3 y -3 (aunque si es por poco tiempo, se pueden utilizar para las sesiones prepartido); las tareas en espacios medios (30x40 40x50, 60x40) pueden desarrollarse en días +1, +2 y -2 jugando con los tiempos de trabajo y recuperación; y las tareas en espacio reducido (4x4+3, rondos de diferentes tamaños, juegos posicionales con espacios de 20-30 m cuadrados por jugador) pueden hacerse cada día. Jugar con la lógica interna del juego (ataque y defensa, continuidad tras pérdida, direccionalidad, ganador y perdedor, fuera de juego, etc.) se me antoja clave para que la transferencia a la competición sea máxima. Y por sesión, no más de tres tareas: una de introducción (espacio reducido, donde se repitan conductas que lleven a asentar hábitos), una principal (en espacios medios o amplios donde se desarrolle uno de los objetivos del microciclo) y una final (con juego o con un aspecto específico). Entre una hora y una hora y media.
¿Qué opinas? Espero tus comentarios.
Que tengas una feliz semana.
Mucha Vida. Mucho Amor. Mucho Fútbol
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