Sin público y con las medidas de seguridad ya por todos conocidas, la semana pasada dio comienzo la STC Kuwait Premier League 2020-2021. La temporada de la mascarilla... Un atípico calendario "express" nos obligará a disputar catorce partidos en apenas tres meses para clasificarnos en el grupo que competirá por el título. La crisis de la COVID provocó que la pasada temporada no hubiera ascensos ni descensos en Kuwait. La federación decidió unificar las dos primeras categorías y competir en una primera fase, en el inicio de la temporada, para generar, tras una primera vuelta, dos grupos: el de ascenso y el de descenso... por ahora. La situación mundial (aquí, pues, no somos ajenos a ella) puede hacer que todo cambie. Quizás no se pueda acabar siquiera esa primera vuelta o, al acabar, el plan torne diferente. Quién sabe. Con lo que me quedo, primeramente, es con convivir con esto. Tomadas las medidas oportunas y respetando los mandatos de las autoridades sanitarias, vivamos. Vivamos, libres, todo lo que nos permita la situación, y convivamos con la realidad. Como siempre ha hecho el ser humano.
Hablar de lo meramente futbolístico no es mi estilo. Te puedo contar que, como de costumbre, el partido me pareció diferente al verlo a posteriori. Por lo general, desde hace más de seis años, después de los partidos de mis equipos, lo primero que hago es volver a ver el partido y extraer imágenes que me parecen importante para ayudar al jugador en su proceso de preparación y crecimiento y sacar conclusiones de lo que ha pasado, con el fin de seguir entrenando en base a esas ideas, entre otras cosas. Y la pasada jornada, como viene siendo habitual, las sensaciones que me produjo el partido en el campo, condicionadas por la perspectiva visual, el propio devenir del partido y el resultado, obviamente, no hicieron justicia a lo que el equipo, en realidad, generó. El marcador de 2-0 en veinte minutos y que nos empataran al empezar el segundo tiempo condicionó relativamente mi versión de los hechos; al final, el equipo ganó 3-2, dando inicio, como se le exige, un campeonato en el que este club, como cada año, está obligado a ganar. Esto, tan típico en fútbol en los equipos grandes, conlleva análisis sesgados de las realidades de las instituciones y relaciones causa- efecto simples y reduccionistas que no ayudan a sacar conclusiones útiles, en general. Pero vamos, que esto dará para otro post.
Hoy, como decía, como hablar meramente de lo futbolístico no es lo mío, pero la actualidad manda y ya estamos inmersos en la competición, te doy una breve reseña de la jornada de liga y te extraigo una reflexión de las muchas que podría extraer de una experiencia, de una vivencia, de algo de lo que me toca experimentar en esta aventura medio- oriental, si me permites. Desde que empecé a grabar en vídeo todos los entrenamientos y partidos de mis equipos (de manera recurrente, protocolaria y protocolizada, y a extraer información de ello como hábito), y de eso hace ya seis años, entiendo que mi trabajo ha mejorado. Es tan sencillo como que antes de eso me quedaba con una opinión subjetiva de lo que pasaba en entrenamiento y competición, y ahora no solo tengo ese material para apoyarme y dar información o extraerla para mí, sino que confirmo si lo que yo veía en directo se ajustaba a la realidad... Sí, la realidad puede que no exista y que sea subjetiva, pero con más razón te digo: la experiencia me dice que en esos casos vivo dos realidades diferentes. ¿Cuál es la que vale? Durante el entreno y el partido, la información que vale es la que tienes a mano. No hay más. Con sus sesgos de confirmación, con sus limitaciones sensoriales, con sus condicionamientos emocionales (que los hay, y muchos: desde el resultado hasta que se esté dando o no lo que esperamos que se dé) y con la verdad de ese momento, la que te otorga tu ojo experto y tu maestría tras tantos años jugando y viendo fútbol; después del partido, mejor ir a los hechos, a lo que pasa, a lo que se puede corroborar con una imagen que vale más que mil palabras, que mil sensaciones, que mil ideas que nos podamos contar a nosotros mismos de lo que sucede... que, por lo general, en mi experiencia, suele ser diferente. Suele ponerte en perspectiva y demostrarte que eres humano y que hierras. Y no pasa nada: para eso lo haces. Si queremos ayudar al jugador, hay que dejar a un lado el ego y el orgullo de llevar razón o de que las cosas salgan como queremos para trabajar desde lo que ocurre en realidad y desde aquello a lo que tienden las cosas. Si es necesario que cambien, sin duda, cambiarán (con nuestra ayuda, o sin ella...).
Que tengas una feliz semana.
Mucha Vida. Mucho Amor. Mucho Fútbol
Match day 1
Without an audience and with the security measures already known to all, last week the STC Kuwait Premier League 2020-2021 began. The season of the mask... An atypical express schedule will force us to play fourteen games in just three months to qualify for the group that will compete for the title. The crisis of the COVID caused that last season there were no promotions or relegations in Kuwait. The federation decided to unify the first two categories and compete in a first phase, at the beginning of the season, to generate, after a first round, two groups: promotion and relegation... for now. The world situation (here, then, we are not strangers to it) can make everything change. Perhaps it will not be possible to finish even that first leg or, at the end, the plan will become different. Who knows. What I am left with, first of all, is to live with this. With the appropriate measures taken and respecting the mandates of the health authorities, let's live. Let's live, free, as much as the situation allows, and live with reality. As human beings have always done.
Talking about football only is not my style. I can tell you that, as usual, the game seemed different to me when I saw it afterwards. In general, for more than six years, after my teams' matches, the first thing I do is watch the match again and extract images that I think are important to help the player in his preparation and growth process and draw conclusions from what has happened, in order to continue training based on those ideas, among other things.And last day, as usual, the sensations that the game produced near the touchline, biased by the visual perspective, the very future of the game and the result obviously did not do justice to what the team actually generated. And last day, as usual, the sensations that the game produced in the field, conditioned by the visual perspective, the very future of the game and the result, obviously, did not do justice to what the team actually generated. The score of 2-0 in twenty minutes and the fact that we were tied at the start of the second half conditioned my version of events relatively; in the end, the team won 3-2, giving rise, as is required, to a championship in which this club, as every year, is obliged to win. This, so typical in football in big teams, entails biased analyses of the realities of institutions and simple, reductionist cause-effect relationships that do not help to draw useful conclusions, in general. But come on, this will give for another post.
Today, as I was saying, as talking merely about football is not my thing, but current events are in command and we are already immersed in the competition, I give you a brief review of the match day and I extract a reflection from the many that I could extract from an experience, from a life experience, from something of what I have to experience in this middle-eastern adventure, if you allow me. Since I began to record on video all the training sessions and games of my teams (in a recurrent, protocol and protocolized way, and to extract information from it as a habit), and from that already six years ago, I understand that my work has improved. It is as simple as that before that I was left with a subjective opinion of what was happening in training and competition, and now I not only have that material to support me and give information or extract it for me, but I confirm if what I saw live was in line with reality... Yes, reality may not exist and may be subjective, but with more reason I tell you: experience tells me that in those cases I live two different realities. Which is the one that counts? During the training and the match, the information that counts is the one you have at hand. There is no more. With its confirmation biases, with its sensory limitations, with its emotional conditioning (which there are, and many: from the result to whether or not what we hope will happen is happening) and with the truth of that moment, which is given to you by your expert eye and your mastery after so many years of playing and watching soccer; after the game, it is better to go to the facts, to what happens, to what can be corroborated with an image that is worth a thousand words, a thousand sensations, a thousand ideas that we can tell ourselves about what happens... which, in my experience, is usually different. It tends to put you in perspective and show you that you are human and that you are hurting. And that's okay: that's what you do it for. If we want to help the player, we have to leave aside the ego and the pride of being right or having things work out the way we want them to work from what is really happening and from what things are tending to. If it is necessary that they change, undoubtedly, they will change (with our help, or without it...).
Have a happy week.
Lots of life. Much Love. Lots of Football
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