Se acumula el trabajo. La liga recién empezada tiene prisa (lógico, pues ha sido un poco tardona con esto de la pandemia) y nos insta a estar activos todos los días. Sin descanso. Desde que comenzara y hasta el 6 de noviembre, primer parón internacional por selecciones, un partido cada cuatro días y solo un día de descanso completo en todo un mes. Un calendario loco que obedece a la necesidad de cumplir con unas fechas nunca antes tan exigentes, ni siquiera en años de campeonatos mundiales o continentales de verano. Toca adaptarse. Los comienzos han sido insuperables en resultados. Tres victorias en los primeros tres partidos. A nivel técnico, uno siempre se pone quisquilloso en el análisis y la reflexión. Ese nivel de autocrítica, pienso (no sé si equivocadamente), es esencial para acometer un proceso diario y continuo de progresión en busca de un nivel de rendimiento óptimo. Disminuir el número de errores y aumentar los aciertos… Entre tú y yo, otra falacia cartesiana y determinista. Siempre habrá errores y siempre podrá acertarse más, y nunca seguirán una lógica. No voy a hablar de patrones, que eso sí parece tener cierto sentido. Lo que ahora mismo más me encaja es que, siendo el mismo juego, siempre, nunca es el mismo, y cada partido tiene tantas diferencias que querer generar una progresión en juego, estilo o rendimiento solo puede ser fruto de ese querer controlar todo del entrenador: si estamos fallando en la finalización, habrá que hacer más finalizaciones, ¿no? Pues permíteme que te diga que yo pienso que no. Tras tres resultados inmejorables, mañana nos enfrentamos al rival directo, Al Arabi; un derbi kuwaití en toda regla, el partido del año para los locales. Jugaremos para seguir con esa racha de victorias, sin ninguna duda. Esto va de resultados y, por mucho rival directo que sea o por mucha ventaja que se saque en una clasificación, por otra parte, eventual y en sus albores, nos han traído para ganar. Al fin y al cabo, este es el mejor equipo del país a nivel de títulos: no vale otra cosa. Tras haber disfrutado en fútbol profesional de encuentros de máxima rivalidad regional, a saber, el derbi gallego entre Dépor y Celta o un Betis- Sevilla, me acerco a otro tipo de derbi desde una posición nueva y en un contexto diferente, lejos de la mediatización de la liga española y de los fanatismos exacerbados de encuentros a vida o muerte donde el día de la marmota hace su aparición, cada temporada, dos veces mínimo, para demostrarnos que tampoco era tan grave perder, que tampoco era tan importante ganar. La semana que viene te contaré el resultado. ¡Vamos Qadsia! Que tengas una feliz semana. Mucha Vida. Mucho Amor. Mucho Fútbol No rest The work accumulates. The newly started league is in a hurry (logical, as it has been a bit late with this pandemic thing) and urges us to be active every day. No rest. Since it started and until November 6th, next FIFA national teams window, one game every four days and only one full rest day in a whole month. A crazy calendar that obeys the need to comply with dates never before so demanding, even in years of world or continental summer championships. It's time to adapt. The beginnings have been unsurpassed in results. Three victories in the first three games. At a technical level, one always gets fussy in analysis and reflection. That level of self-criticism, I think (I don't know if it's wrong), is essential to undertake a daily and continuous process of progression in search of an optimal performance level. Decrease the number of errors and increase the successes... Between you and me, another Cartesian and deterministic fallacy. There will always be errors and you can always get it right, and they will never follow a logic. I am not going to talk about patterns, which does seem to make some sense. What fits me more right now is that, being the same game, always, never is the same, and each game has so many differences that wanting to generate a progression in game, style or performance can only be the result of that wanting to control everything of the coach: if we are failing in the completion, we will have to make more finishes, right? Well, let me tell you that I don't think so. After three unbeatable results, tomorrow we face our direct rivals, Al Arabi; a full-blown Kuwaiti derby, the match of the year for locals. We will play to continue that winning streak, without a doubt. This is about results and, no matter how much direct rivalry they are or how much advantage they have in a classification, on the other hand, eventually and in their beginnings, they have brought us to win. At the end of the day, this is the best team in the country in terms of titles: it's not worth anything else. After having enjoyed in professional derbys of maximum regional rivalry, namely the Galician derby between Dépor and Celta or a Betis- Seville, I approach another type of derby from a new position and in a different context, far from the media coverage of the Spanish league and the exacerbated fanaticism of life and death matches where the day of the groundhog appears, every season, twice as much, to show us that it was not so serious to lose, that it was not so important to win either. Next week I will tell you the result. Go Qadsia! Have a happy week. Lots of life. Much Love. Lots of football
Comentarios