Dice el malagueño Pablo Alborán que tiene que aprender a conformarse con lo que la vida le da. Me gusta mucho Pablo y, aunque esto me resuene, no es el caso, de manera concreta. Empezar una temporada más con el Málaga CF en La Liga 1,2,3 no es conformismo, ni mucho menos. Yo hablaría de aceptación, algo tan importante para poder estar en paz, pero en relación a aceptar que no pudimos ascender. Como todos creíamos, como todos soñábamos. Esa aceptación nos pone en la posibilidad de vivir plenamente la realidad que tenemos que afrontar. Volver a competir en Segunda División con el Málaga CF. Volver a luchar por competir entre los mejores. Demostrando cada semana que hay una ciudad y una afición con ilusión de vivir cada jornada la mejor liga del mundo. E ilusión es lo que acompaña a la aceptación. La ilusión de estar en el mejor sitio en el que puedo estar. La ilusión de disfrutar cada mañana con la fortuna de trabajar para el Málaga CF.
“Volver a empezar, de cero, contigo o sin ti”, dice Pablo. Y yo proyecto mi vuelta a empezar, en Primera o en Segunda, o donde sea, pero en este equipo. En esta ciudad. En este proyecto. A las vacaciones de verano, más cortas que otros años, aún les quedan la mitad de camino. Un camino trufado de llamadas, de conversaciones, de compartir ideas y de organizar un trabajo con mis compañeros que dará comienzo en dos semanas. Una temporada tan larga va a exigir nuestra máxima atención desde el primer minuto para atender a la responsabilidad que tenemos, los hitos a cubrir hasta el próximo mes de junio, en 2020. Y ahora, desde mi lugar de descanso activo (el entrenador nunca para, pero no solo físicamente, sino de cabeza), celebro la buena nueva con la misma intensidad con la que mi energía se enfoca en lo que está por venir (aunque, ya me vas conociendo, sin abandonar el presente: al fin y al cabo, es lo único que tenemos).
“Volver a empezar, de cero, de nuevo estoy aquí”. Un “de cero” simbólico. Porque todo es nuevo. ¿Todo? Seamos realistas, nunca es de cero. Lo que se creó al final de la temporada pasada fue un punto de partida idóneo para afrontar en la temporada que empieza nuevos retos. Aprenderemos de las experiencias, como dice el propio Pablo, y seremos una versión diferente de lo que fuimos. Málaga nos espera. Volveremos con más fuerza que cuando nos marchamos y daremos sin esperar nada a cambio. Hoy empieza, para mí, la 2019-2020. Volver a empezar, espero, contigo, sí o sí.
Mucha vida. Mucho amor. Mucho fútbol. Y mucho Málaga.
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